15 de enero de 2013

Mis pensamientos sobre el tiempo…


Cuanto dura el presente fue una de las primeras preguntas que me hice respecto al tiempo, alrededor de los 10 años. El tiempo es un tema que me apasiona bastante y al cual le he dedicado bastantes horas en tratar comprenderlo. Conceptualmente es una especie de fenómeno que ocurre unidireccionalmente desde el pasado, pasando por el efímero presente para llegar implacablemente al futuro. Claro, conceptualmente hablando, porque considero que realmente tiene otro comportamiento. Damos por hecho las cosas como las conocemos, porque supuestamente nuestros sentidos nos indican como son, pero en realidad nos indican como las percibimos. Entre esas dos realidades puede haber cualquier cosa entre medio y ese cualquier cosa puede ir muchísimo más allá de lo más desorbitado que podamos imaginar. Y por que? Porque simplemente no sabemos nada. Nuestro conocimiento sobre casi todo es extremadamente acotado. Es como lo que oímos. Escuchamos un pequeño rango de frecuencias siendo que sabemos perfectamente que hay más para escuchar pero no está a nuestro alcance. Con el conocimiento pasa lo mismo, no está a nuestro alcance por el momento. Y no hablo de avances científicos, hablo de la estructura de nuestro cerebro y la estructura del pensamiento. Conceptualmente el tiempo va desde el pasado hacia el futuro, pero perfectamente esa puede ser la manera de interpretar el tiempo que tiene nuestro cerebro. El tiempo puede perfectamente carecer de los atributos pasado-futuro, carecer de la idea de que va implacablemente en una dirección y sólo ser la precaria manera que tenemos de procesarlo. No tenemos el “micrófono” para captar realmente como es, por el momento, y ese micrófono no es un avance tecnológico ni nada parecido, simplemente debemos cambiar nuestra forma de pensar. Pero no es nada fácil, es pensar de una manera que no conocemos y nuestro cerebro, teniendo muchas habilidades y siendo sorprendente, es extremadamente pésimo para imaginar lo que no conocemos. Te pongo un ejemplo y un ejercicio simple: Imagina sentir algo que sea diferente a cualquier cosa de las que sientes con tus sentidos y algo diferente a cualquier sensación que los combine incluso. Es muy difícil, por donde se comienza, como se lo imagina, que genera, etc. Bien, ese es el “micrófono” que debemos lograr conseguir para percibir el fenómeno que llamamos tiempo. Quizás podemos partir por preparar el terreno desde la manera que si podemos pensar. El tiempo infinito hacia delante y hacia atrás puede ser difícil de imaginar. Pensar en algo que no tiene límites ya de por si es una cosa que para nuestro cerebro es abstracto, no se le puede poner forma porque nuestro cerebro imagina las formas poniéndoles límite, para que existan! Aún en mis meditaciones no he logrado visualizar la forma de lo infinito, pero de seguro la tiene y puede que esté cerca de conseguirlo. Abordando el asunto por la otra arista pensé que si algo es infinito es porque puede tener una estructura que se repite por siempre, una estructura que contiene lo que estamos viviendo ahora. Pero de qué tamaño es esa estructura? Me la imagino extremadamente pequeña, tan pequeña que necesita una concentración extremadamente profunda para verla, para percibirla y a mi modo de ver ahí está realmente el tiempo, en una estructura tan pequeña que no tiene unidad de medida, no se mide con las herramientas con las que solemos hacerlo porque inmediatamente lo encasillamos bajo nuestra percepción.